El principio

  • Prefacio.

  • Si ésta fuera historia, sería una de ángeles caídos, seres ingenuos que un día tomaron una guitarra y pretendieron llegar con ella a alguna parte, acaso sin pensar que el rocanrol no es llegar sino ir, sólo ir, siempre estar yendo.Un tren al que se sube y se baja sin mirarlo jamás parar. Hay quienes no se bajan. Necios, perdedores, románticos huérfanos que un día encontraron en el rocanrol una casa, quiero decir un hogar, de esos que tienen leños y chimenea, abuelos, toda la paz que mirabas en las historias de Walt Disney. ¿Has estado alguna vez en un hogar? ¿Sabes lo que es eso? ¿Quedan hogares así en este mundo? No para los que han subido al tren, porque ellos ya comprendieron, aunque tal vez un día lo olviden y se vuelvan a tierra firme, que la mejor casa que puede tenerse es precisamente ésta. un tren. Por principio, detestas la idea de contar un cuento de triunfadores. Piensas muy románticamente: no lo estoy haciendo. Estos monos son unos perdedores, unos ángeles caídos. Que la compañía y la televisión y la radio puedan cubrirlos de billetes es cosa que vale madre. Un perdedor no es aquel que tiene menos billete. Un perdedor es quien ya se dio cuenta que vivir es a veces un mal negocio y no queda otra que hacerlo lo más divertido posible. Y lo más intenso posible. Y, si es posible, buscarse en el camino una religión que valga la pena. El rocanrol, por ejemplo.
    Fuente: UNA BANDA NOMBRADA CAIFANES libro escrito por Xavier Velasco, editado en 1990.

    Me une a Xavier además de una profunda admiración por sus textos, el haber nacido durante la parte final de los años 50. También nuestros antecedentes hispanos, una infancia solitaria y taciturna, las primeras letras en Sesión y Melodía, el endemoniado gusto por los Who, The Clash, Caifanes y el amor por los animales; amén de un sentimiento de afecto que aunque distante, está siempre presente.

    viernes, 23 de marzo de 2012

    ¿Justicia Mexicana o a la Mexicana?




    Hace unos meses, cuando leí el libro A la Sombra de mi Vida escrito por Florence Cassenz en colaboración con Éric Dussart y editado por Océano en agosto de 2010. Me llamó mucho la atención que en su carta abierta a todo México, la autora pidiera en primera instancia que no se le considerara inocente de inmediato, sino que se leyera el texto sin prejuicios e ideas preconcebidas y se le otorgara de menos, el beneficio de la duda.
    A medida que avanzaba en mi lectura, no solo me encontré dispuesto a brindárselo, sino que en mayor medida, comencé a sentir no solamente simpatía por la persona que a pesar de haber estado encerrada durante ya mucho tiempo, jamás ha claudicado, siempre ha implorado su inocencia y por ende nunca se ha confesado culpable del ilícito que se le imputa. 
    También sentí indignación y un coraje inclemente no contra las instituciones encargadas de salvaguardar las instancias legales del país, ni contra lo que representan, sino en contra de muchos funcionarios que quien sabe de qué manera llegaron a presidirlos y manejar los asuntos que ahí se les presentan de acuerdo a sus intereses y conveniencias.
    Al terminarlo, no pude menos que aceptar que era un convencido de la autoritaria   detención, del truculento montaje, al posterior manejo del caso, la ausencia de una defensa adecuada y casi hasta de la inocencia de esta mujer que un buen día llegó a nuestro país a probar fortuna y ésta no sólo no le llegó sino que al final le dio la espalda.
    El mal manejo de su caso, trajo a mí, recuerdos que durante mucho tiempo he tratado de guardar en lo más recóndito de mi memoria ya que olvidar de plano, no puedo.
    Obviamente la prisión física no es lo mismo que un encarcelamiento moral (aunque de igual forma duelen) y es que hace casi 20 años, el entonces juez Séptimo de lo Familiar, emitió un fallo en mi contra (con todas las pruebas a favor) que provocó que durante poco más de 6 años (lo mismo que ésta señorita ha pasado en reclusión) no pudiera tener contacto alguno con mi gran tesoro. Hoy como siempre, confieso que gracias a Dios tuve y todavía tengo a mi lado a la mejor compañera de vida que el destino pudo darme; una auténtica guerrera que no me dejó desmoronar y que con gran fuerza, determinación, apoyo y sobre todo un gran amor, logró arrancarme de esa gran depresión instigándome a seguir luchando sin dejarme vencer e inyectándome la fe necesaria para seguir adelante. 
    (Al final vencí y hoy por hoy, la entrañable joya la tengo mucho muy cerca de mi. Espero y deseo que ella pronto logre realizar su  máximo deseo aunque los años perdidos, jamás podremos recuperarlos)


    Por todo eso, siento una profunda empatía con el manejo de su caso en cuestión a la forma de impartición de justicia en nuestro país. (Urgen los juicios orales, los tenemos y conocemos, pero solamente por televisión en las series policiacas)
    Ahora, luego de la sesión del Tribunal del Superior de Justicia en la que los magistrados llegaron a la conclusión de que el caso está plagado de errores y deficiencias de cualquier forma le mantienen encerrada y me quedan algunas dudas:
    1. ¿Por qué durante los días anteriores a dicha sesión todo periodista en cualquier espacio televisivo y radiofónico se refirió a ella como "La secuestradora" y sin embargo, a César Armando Librado Legorreta "El Coqueto" semanas atrás a pesar de ser un delincuente confeso, siempre se le denominó como  "presunto violador y asesino"? Me parece, recuerdo, que en las clases de periodismo se enseña que un comunicador no debe encaminar a la opinión pública con ese tipo de aseveraciones, ni instigarlo a tomar partido y mucho menos a propiciar un linchamiento verbal. 
    2. ¿Por qué me parece que ésta ha sido una persecución encarnizada? en la que hasta nuestro presidente en algún momento efectuó una conferencia televisiva para asegurar que la señorita Cassez jamás dejaría de cumplir su pena en un reclusorio mexicano. Hasta parecería que existe un trasfondo político.
    3. ¿Por qué hubo tantas irregularidades y deficiencias durante el proceso y sin embargo nosotros mexicanos la juzgamos sumariamente y sin embargo pugnamos por la asistencia consular y una defensa adecuada para los tres hermanos que están en dificultades en Malasia?
    4.¿Cómo es que comunicadores tan serios y respetados como Denise Maerker, Guadalupe Loaeza, Lydia Cacho, Javier Solórzano, Carmen Aristegui, Sergio Sarmiento, Anabel Hernández y personajes como Ingrid Betancourt y hasta Nicolás Sarkozy que como mandatario de una nación de primer mundo no puede haberse inmiscuido en éste tipo de asuntos sin haberlo estudiado y haberse informado correctamente del caso, le han apoyado sin restricción alguna?
    5. ¿No hubiera sido fácil el declararse culpable de las acusaciones y por medio del Tratado de Estrasburgo buscar la repatriación para cumplir la pena en su país? Sin embargo, no lo aceptó, pues como dice, la única riqueza que le queda: es Su inocencia.






    "Los que conocemos el expediente del caso, sabemos de las contradicciones y de las mentiras de las imputaciones incriminatorias y estamos convencidos de su inocencia"
    Luis de la Barreda, investigador de la UNAM y ex ombudsman del DF


    "Peor que la ausencia de justicia y el hecho de no encontrar los culpables, peor que eso, es el condenar a inocentes"   Ingrid Betancourt, política colombiana secuestrada durante seis años por las FARC 


    "Quien acusa a inocentes protege a culpables, pero ¿ y si los supuestos culpables resultaran inocentes? 
    Cuando las detenciones son por consigna o por arbitrariedad y no por hacer justicia el próximo podría ser usted, yo, cualquiera.. "  Anabel Hernández, periodista


    "Te tenemos por la mano y no te la soltaremos hasta que seas libre"
    David Bertet, miambro del comité de apoyo a Florence Cassez en Québec, Canadá


    "Me importa mucho mi libertad es obvio, pero me importa aún más que todo el mundo sepa que soy inocente"   Florence Cassez Crepin




    La amargura de vivir en tierra de nadie, donde se vive permanentemente en un estado de indefensión y en donde la fe es buscada con gran desesperación, es síntoma inequívoco de pisar un suelo habitado por una sociedad que cada día está más enferma.




    Me gustaría terminar con un mensaje de esperanza. No tengo.
    En lugar de eso,¿les parecerían bien dos de desesperanza?  Woody Allen

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