El principio

  • Prefacio.

  • Si ésta fuera historia, sería una de ángeles caídos, seres ingenuos que un día tomaron una guitarra y pretendieron llegar con ella a alguna parte, acaso sin pensar que el rocanrol no es llegar sino ir, sólo ir, siempre estar yendo.Un tren al que se sube y se baja sin mirarlo jamás parar. Hay quienes no se bajan. Necios, perdedores, románticos huérfanos que un día encontraron en el rocanrol una casa, quiero decir un hogar, de esos que tienen leños y chimenea, abuelos, toda la paz que mirabas en las historias de Walt Disney. ¿Has estado alguna vez en un hogar? ¿Sabes lo que es eso? ¿Quedan hogares así en este mundo? No para los que han subido al tren, porque ellos ya comprendieron, aunque tal vez un día lo olviden y se vuelvan a tierra firme, que la mejor casa que puede tenerse es precisamente ésta. un tren. Por principio, detestas la idea de contar un cuento de triunfadores. Piensas muy románticamente: no lo estoy haciendo. Estos monos son unos perdedores, unos ángeles caídos. Que la compañía y la televisión y la radio puedan cubrirlos de billetes es cosa que vale madre. Un perdedor no es aquel que tiene menos billete. Un perdedor es quien ya se dio cuenta que vivir es a veces un mal negocio y no queda otra que hacerlo lo más divertido posible. Y lo más intenso posible. Y, si es posible, buscarse en el camino una religión que valga la pena. El rocanrol, por ejemplo.
    Fuente: UNA BANDA NOMBRADA CAIFANES libro escrito por Xavier Velasco, editado en 1990.

    Me une a Xavier además de una profunda admiración por sus textos, el haber nacido durante la parte final de los años 50. También nuestros antecedentes hispanos, una infancia solitaria y taciturna, las primeras letras en Sesión y Melodía, el endemoniado gusto por los Who, The Clash, Caifanes y el amor por los animales; amén de un sentimiento de afecto que aunque distante, está siempre presente.

    viernes, 11 de abril de 2014

    Capitán de Catalunya

    A propósito de la conferencia de prensa en la que Carles Puyol anunciara su despedida hace ya poco más de un mes, me han dado unas ganas increíbles por escribir la historia de mi romance a distancia con la región de Catalunya.
    Tal vez, la raíz de ello, lo fuese el que a la edad de cinco años, aprendí a leer de un viejo libro de mi padre sobre la historia del fútbol. Las hazañas de Kubala, Basora, Ventolrá, Segarra, Kocsis y Ramallets, y la maravillosa historia-anécdota de Joan Gamper, fundador del club, anidaron profundamente en mi y entonces, mi niñez transcurrió entre sueños futboleros, mi admiración por el club Barcelona y la visita a casa de varios toreros provenientes de aquella tierra; el mejor de ellos, Joaquín Bernadó.




    La música flamenca impregnaba el ambiente durante las varias tertulias que con frecuencia se llevaban a cabo en mi hogar.
    Recuerdo que sabiendo de mi aferramiento azúlgrana, mi papá me mando a Disneylandia con mi padrino de bautizo y su hijo y me envió al hotel, tres diarios (de cinco días consecutivos) que duró la gira a nuestro país del club catalán para que leyera sobre los resultado que había logrado (un árbitro, Diego Di Leo, los acuchilló en una jornada).
    Al llegar a la adolescencia, recuerdo que el Abó García, padre de un gran actor y director de escena español llamado Manolo García, me hacía leer poemas de Machado, Miguel Hernández y García Lorca ( a los 14 años,  a veces me resultaba muy complicado) pero ya por aquel entonces, comenzó mi idolatría por un nuevo (en México) cantautor de nombre Joan Manuel Serrat quien hacía canciones basado en aquellos textos aprendidos prematuramente. Álbum tras álbum era devorado y aprendido casi de memoria, que aunque presumo de poseerla muy buena, siempre he sido casi un inútil para aprender las cosas de manera textual.





    Hoy, acepto que mi filosofía de vida, está basada grandemente en su obra y su manera de conducirse. Y cuando años más tarde, tuve la fortuna de encontrarlo en un elevador en el viejo edificio de Tele Guía, (ahí trabajé durante algunos años antes de que ésta, fuese absorbida por Televisa hasta desaparecer).  Como de siempre , entre al elevador soñando; tal vez con mis discos, tal vez con mis libros, tal vez con el próximo partido de fútbol a disputar en la liga de la empresa, cuando de pronto siento una palmada en el hombro y un 
    -¿ que tal estás? tan familiar, que al voltear el rostro y toparme de frente con una de las personas que más he admirado en la vida, de pronto quedé mudo, literalmente durante segundos que me parecieron horas de angustia, enmudecí frente mientras la típica sonrisa del tipo me devolvió la seguridad y las piernas recuperaron su firmeza.
    Esas palabras, aquel gesto y esa mirada/sonrisa transparente, tocaron el alma de aquel adolescente casi niño, provocándole el haber visto encenderse la estrella más brillante de su muy particular firmamento poético musical.
    Años más tarde, llegué a la empresa fundada por el Sr. Juan Salvat (con base también en tierras catalanas) y fue allí donde verdaderamente aprendí lo que es el trabajo y más aún , aprendí algo que también me apasiona, el trabajo editorial. Ahí conocí a otro de mis personajes favoritos, Pedro Larios Aznar, médico mejor que muchos titulados, y de quien incluyo un breve poema: 

     Mar de mi tierra
    No me he olvidado de ti,mar
    que muchas mañanas, como un alba azul y blanca desde el Sur
    hasta mis pies llegabas
    Bajo el inmenso árbol del recuerdo,
    revive a veces tu presencia:
    aquel niño mirando los mil pliegues de tus olas,
    gaviotas contestando a tu rumor desde el horizonte
    y, en un momento el gran destello del Sol, 
    mar movedizo llenándote de luz y levantando tu brisa.
    Me fui de ti hacia otra tierra
    de piedras levantadas contra el cielo 
    y en la que el muérdago sagrado
    crece aún en los robles proféticos.
    Las nubes, mar, tus hijas
    hacia las altas montañas traen siempre tus aguas.
    En ellas te veo.
    Pero cómo duele tu ausencia,
    mar de mi tierra,
    asomándome cada mañana
    a otro mar de asfalto duro y negro
    y de soledad.....

    En el fútbol, durante años, seguí por los periódicos, las cátedras de buen fútbol que Johan Cruyff, Neeskens; y posteriormente Zubizarreta, Alexanco, Migueli,Luis Enrique, Quini, Bakero y otros, ofrecían por las canchas.

    Al final, he tenido la oportunidad y la dicha de seguir los triunfos de la mejor generación salida de La Masía; Xavi, Iniesta, Busquets, Messi, Pedro. 
    Agradezco a Dios, la inmensa fortuna de haber podido ver en acción mediante el progreso de los medios, al mejor equipo de la historia; la era dorada. Dirigidos por Pep Guardiola y Tito, apoyados por Roura y su gran caudillo. 
    Tu gol contra Alemania, aquella salida al estadio festejando el triunfo del mundial cuando apareciste abrazado a Césc (anticipando su regreso), el  noble gesto al ofrecer el gafete a Abidal; toda tu entrega, pundonor, fuerza y corazón, te pintan sólo.
    La valentía y grandeza del adiós no deseado,
    por todo ello,

    Grácies Capitá, 
     nostre Capitá per sempre,


    Carles Puyol

    Sueños de paseos por las Ramblas, de correrías por los trigales, las aguas del mediterráneo envolviéndome los pies; noches de Camp Nou y tablao.
    la Senyera ondeando en lo más alto; majestuosa y digna, 
    Las contradicciones de la región, la cultura, intelectualidad y tradición.
    Sueños, añoranzas y recuerdos...
    Todo eso, es el equipaje que siempre me acompaña
    Eso y las lluvias del corazón, que con el correr de los años,
    han formado mis ríos en blaugrana


    Aunque, pensándolo bien,  tal vez en algo han de influir los genes. Los genes y la sangre  y ellos,.... también cuentan.