A finales de los años 60s, ni bien comenzabas a adentrarte en un acetato, cuando ya otro de tus grupos favoritos, había sacado una nueva producción. Esto me ocurrió, cuando recién había adquirido el "Beggars Banquet" de los Stones (del que no puedo mencionar unos cuántos tracks solamente. Para mí, es una obra genial en su totalidad, con todo y el sencillo que le antecedió: Jumpin´Jack Flash.
En esas estaba, cuando durante la emisión de un programa de televisión que estaba bajo su conducción, Luis González Reimann presentó el video (en blanco y negro) de un grupo que estaba comenzando a hacer furor en los Estados Unidos. Al frente dos tipos con el cabello más abajo de los hombros y uno de ellos con una Fender Telecaster decorada conducía a la agrupación en una sublime interpretación de una canción presentada bajo el título de "Communication Breakdown". La primer probada de Led Zeppelin, me impactó de tal manera que al día siguiente, luego de la escuela, recorrí las 4 ó 5 discotecas cercanas que conocía en busca de su disco. No tuve suerte, y fue hasta un par de semanas más tarde, que pude adquirir un extended play de tres canciones ...(algo es algo, me dije). Todavía pasaron unas cuantas semanas hasta que localicé su primer elepé en Hip 70 por supuesto.
No recuerdo si ese día o semanas más tarde, entré a la pista de Hielo Insurgentes (ya había escuchado ahí con anterioridad a los Dug Dugs) pero tuve la fortuna de escuchar a otro grupo mexicano que me gustó muchísimo: Sound Machine o La Máquina del Sonido;
tocaban covers, y la energética figura del cantante me llamó mucho la atención pues además de poseer el tipo de voz que me gusta, se desenvolvía con desparpajo pero al mismo tiempo con firmeza y mucho temple (Con personalidad pues).
Tiempo despés, (lástima que a destiempo) me enteré que habían presentado su primer Lp en la sala Chopin y no dudé en adquirirlo inmediatamente. "Qué Noche", El Oso Legendario", No me toques" y su versión de "No me malinterpretes", se convirtieron junto con "Fuego" y "Sandra" en parte de mi soundtrack existencial.
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Con María Sabina |
Seguí la pista de Molina como promotor luego de lo de Avándaro. Cuando manejó a los grupos más importantes de ese tiempo. Como director de Pop y años después, cuando tuve la fortuna de que mi amigo Memo Vergara me lo presentara, no me decepcionó de manera personal.
Para quienes lo conocemos, Armando es un tipo sencillo, amable, enamoradizo, educado y dicharachero. Con miles de anécdotas que lo mismo recuerda y comparte.
Alumno de excelencia, trabajador incansable aunque, terco y cazado con sus ideas (lo que me ha hecho, no siempre estar de acuerdo con sus opiniones).
Junto con Fito de la Parra y Alejandro Lora, (por admiración) responsable indirecto de mi incorporación al rock nacional.
Algunos sin embargo, le han tachado irresponsable, equivocada y lamentablemente por supuesto, como un ser negativo. Pero, casi todos los que así opinan (soy testigo), es de oídas, y resultado del sinfín de envidias y chismarajos que proliferan tristemente en nuestro raquítico medio y le han hecho tanto daño; pues estoy seguro, que nunca les ha ocasionado un perjuicio de manera directa.
Apasionado (como yo) del futbol, así como no ha dejado de practicar ese deporte gozosa, tozuda y alegremente, dentro de la música, nunca ha dejado de pelear por un lugar, su lugar como figura dentro del rock mexicano.
Para los que en años recientes hemos estado cerca de él, quienes le hemos visto enfermo y a veces deprimido, hemos presenciado como ha vivido, las carencias que ha soportado, pero al mismo tiempo, podemos reconocer a un Armando emprendedor, que nunca está quieto y que ama la música, el rock y que, es fiel a sus amigos e ideales.
Es afirmo, un soñador que merece vivir y ser reconocido de otra manera. Como lo que es: un autentico luchador.
Y ahora, que ha decidido radicar en Hermosillo, Sonora, me parece que logrará uno de sus más grandes sueños: estar cerca de sus hijos sin tanta preocupación.
Como amigo le voy a extrañar mucho, pero al mismo tiempo, me siento feliz por él y porque al fin,... se ha decidido a promover allá en el Norte, los temas del álbum Pistolero interpretados con su voz (como siempre tuve esperanza que lo hiciera).
Por tu amistad, por las canciones que me dedicaste (A Whiter Shade of Pale - Una Pálida Sombra) casi siempre, por tu paciencia en las clases que me diste y por la oportunidad de trabajar con tus líricas, te doy las gracias.
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Teatro de la Ciudad 2012 |
Armando Franco Molina Solís, te deseo por siempre, lo mejor.